¿ESTÁS PENSANDO EN SUBARRENDAR O LLEVAR A CABO UNA CESIÓN DE CONTRATO? AQUÍ TE DECIMOS LA FORMA CORRECTA DE REALIZARLOS Y EVITAR PROBLEMAS.
Aunque el subarrendamiento o dejar la participación en un contrato de arrendamiento no son actos ilegales, la práctica inadecuada puede generar problemas graves que comúnmente terminan en demandas y penalizaciones. Por ello, es importante que, si se planea llevar a cabo uno de estos procesos, se esté informado adecuadamente para obtener los beneficios que aportan.
¿Qué es subarrendar?
Este concepto prácticamente consiste en que el inquilino rente un espacio, parcial o completo, del inmueble que actualmente renta a otra persona llamada subarrendatario. Este tercero es completamente ajeno a la relación que el inquilino guarda con el arrendador. De igual manera, así como en la renta de un departamento o casa se celebra un contrato de arrendamiento, en esta acción también se precisa elaborar uno entre el arrendatario y el subarrendatario.
Esta es una acción totalmente legal siempre y cuando el arrendador tenga pleno conocimiento de que se está llevando a cabo el subarrendamiento y no se esté infringiendo ninguna cláusula del primer contrato de arrendamiento. Ten presente que la renta que pagará el subarrendatario no podrá superar el monto de la renta que paga el inquilino al arrendador.
¿Qué es cesión de contrato?
Por otro lado, la cesión de un contrato de arrendamiento consiste en que el arrendatario cede todos los derechos y las obligaciones que se estipularon en el contrato de arrendamiento a un tercero. Esto es válido solo si en el contrato inicial se estableció dicha posibilidad o, en caso contrario, no existe alguna cláusula que lo prohíba. El arrendador deberá dar por escrito su visto bueno para que proceda la cesión del contrato, el cual no podrá tener modificaciones a menos que el arrendador esté de acuerdo con llevar a cabo alguna.
Además, es importante tener en cuenta que, si el contrato se encuentra protegido por alguna póliza de arrendamiento, se necesitará la aprobación de la aseguradora para poder llevar a cabo la cesión del contrato.
Ventajas y desventajas de ambas prácticas
El subarrendamiento da la ventaja de poder ausentarte un tiempo del inmueble sin perder los derechos de éste, por ejemplo, si vas a realizar un viaje que durará un largo tiempo, con esta práctica tendrás a alguien que cubra la renta y podrás asegurarte de que cuentas con el inmueble a tu regreso.
Otra de las ventajas de este modelo es que ayuda a reducir gastos. Si en dado caso el inmueble que quieres rentar te resulta caro, al subarrendarlo compartirás los gastos y reducirás los costos. Sin embargo, considera que tú seguirás siendo el único responsable ante el arrendador, por lo que si tu subarrendatario no paga lo que le corresponde o causa algún daño al inmueble, el arrendador te exigirá a ti que cumplas con lo establecido en el contrato.
La cesión de contrato es mucho más simple, básicamente el beneficio que brinda es que si en algún momento te tienes que mudar o no puedes continuar pagando la renta y el contrato de arrendamiento aún no ha terminado, podrás prescindir de él llevando a cabo una cesión donde alguien más tome tú lugar. La única desventaja que existe en esta acción es que perderás todo derecho sobre el inmueble, pues una vez que cedas el contrato a alguien más no podrás volver a tu papel como arrendatario.
¿Qué pasa con el contrato inicial?
En ambos casos, el contrato entre arrendador y arrendatario no se ve afectado. Por un parte, cuando subarriendas, el arrendador simplemente dará el permiso de llevar a cabo esta acción, mientras que el arreglo se dará entre arrendatario y subarrendatario, celebrando así su propio contrato. Todas las cláusulas del contrato inicial se deben respetar y ambos contratos (arrendamiento y subarrendamiento) terminarán al mismo tiempo, en la fecha acordada inicialmente por el arrendador.
En cuanto a la cesión de contrato, el contrato de arrendamiento continuará intacto a menos que el arrendador acceda a hacer modificaciones. De lo contrario, las cláusulas iniciales se deberán respetar al pie de la letra y el nuevo arrendatario tendrá las mismas obligaciones y derechos que el original.
La decisión que tomes deberá contemplar cada una de tus necesidades, así que no olvides platicar con tu arrendador y revisar tu contrato de arrendamiento antes de poner tus planes en acción.