¿CADA QUE ABRES TU CLOSET, LA AVALANCHA DE ROPA SE TE VIENE ENCIMA? CON ESTAS TÉCNICAS PODRÁS MANTENER HASTA EL CLOSET MÁS PEQUEÑO BIEN ORGANIZADO.
Aunque todos soñamos con un clóset del tamaño de una habitación, estamos conscientes de que encontrar una propiedad con el espacio suficiente de almacenaje es prácticamente imposible. Por ello, hemos creado una lista de ideas para limpiar y organizar adecuadamente tu clóset, con el propósito de que cada una de tus pertenencias quepa a la perfección.
Inicia depurando
Deshazte de todas aquellas prendas y accesorios que solo roban espacio. Una vez que comiences a vaciar tu clóset, separa las cosas que no utilices desde hace más de un año, las que estén deterioradas o hayan perdido su funcionalidad. Evalúa su estado para decidir si las venderás, regalarás o donarás, separándolas en diferentes bolsas o contenedores para no confundirlas.
Una vez que vuelvas a guardar todo en el clóset, haz una segunda depuración, por si existen objetos que todavía dudas en conservar.
Reorganiza el espacio
Implementa aditamentos que te permitan utilizar todo el espacio posible dentro del clóset, como repisas en la parte superior, barras o ganchos en la puerta, muebles con cajones o contenedores, entre otros. Lo importante aquí es tener la mayor área de guardado para prevenir el desorden dentro de tu clóset, así como el deterioro de tus artículos.
En caso de solo contar con una barra, instalar un organizador colgante te brindará más espacio para guardar la ropa.
Comienza a guardar
Ropa
Dobla los pantalones, las blusas y ubícalos en cajones o en un organizador colgante para ahorrar espacio en la barra. Acomódalos de forma que los que ocupes con más frecuencia queden a tu alcance.
Cuelga de dos a tres prendas en el mismo gancho o uno sobre otro en forma de escalera para reducir el volumen. Organízalos por tipo, por ejemplo, abrigos de un lado y vestidos de otro de manera sucesiva para agilizar el acceso.
Guarda la ropa interior en un contenedor o cajón que impida el paso del polvo y ácaros. Introduce divisores que mantengan la ropa en un espacio específico y evite que se mezclen. Asimismo, elige un cajón para cada tipo de prenda que te facilite la búsqueda y el orden.
Ropa de cama
Coloca dentro de una de las fundas para almohadas todo el juego de cama y agrúpalos en un cajón o contenedor para evitar que se llenen de polvo. Introdúcelos de forma vertical para obtener más espacio. Guarda los edredones y las cobijas dentro de bolsas, sacando todo el aire posible para comprimirlos. Puedes meterlos dentro de tus maletas para aprovechar el espacio vacío o ubicarlos en las repisas superiores.
Accesorios
Organiza tus accesorios por tipo y por la frecuencia en que los usas. Colócalo dentro de cajas para preservar su calidad y etiquétalas para no confundirte al momento de necesitarlos. Cuelga las corbatas y bufandas en ganchos de la barra para reducir las arrugas.
Cuelga tus bolsas en las perchas o ganchos instalados en la puerta. Las que no ocupes con frecuencia guárdalas dentro de tus maletas de viaje o en cajas en la repisa superior para evitar que se maltraten. Incluso, puedes comprar un perchero tradicional y ponerlo en cualquier otra parte de la habitación para ganar más espacio.
Zapatos
La mejor forma de impedir que tus zapatos se maltraten es almacenarlos en sus cajas originales. Si no cuentas con ellas, estas tres opciones funcionarán:
- Compra zapateras de plástico individuales y distribúyelas tanto en la parte superior como inferior del clóset.
- Coloca una zapatera de puerta o instala barras especiales para colgar todos aquellos zapatos que tengan tacón.
- Elige una zapatera de barras por niveles para los zapatos que uses a diario.
Opciones para almacenar la ropa que no ocupas con frecuencia
Algunas prendas solo se utilizan en ciertas épocas del año y en los otros deben ser almacenadas adecuadamente para mantener su calidad. Por ello, al igual que los edredones, dóblalas y empácalas dentro de bolsas de plástico o cubiertas especiales eliminando el aire interior. Introdúcelas en contenedores o maletas que puedas acomodar en áreas de poco alcance, no necesariamente dentro del clóset. Esto, para que no te estorben o roben lugar la mayor parte del año que no son ocupados.
Por último, considera que el tiempo que dure tu clóset organizado será proporcional a tu capacidad de orden. Si cada que usas una prenda o un accesorio lo regresas al lugar que le corresponde, ten la garantía de que será suficiente.